Es novedoso cuando nuestro profesor o nuestra profesora de música llega con algo nuevo a la clase y nos enseña una canción y nos hace cantar y representar esa misma canción. Nuestra profesora de música, nos enseñó una hermosa y entretenida canción para nuestros pequeños y pequeñas, esta canción se llama “La reina Batata”.
Particularmente, yo quedé encantada con la canción y su melodía, y
no fui la única, la gran mayoría de mis compañeras también. No sólo, nos tocó cantar, sino también, crear movimientos y gestos para cada frase musical, pero ahí no termina esta historia, ya que también al final de la clase después de cantar y jugar con los gestos, nos tocó representarla.
Sino hubieran visto otros, hubieran creído que éramos unos infantiles, pero que importa eso; es hermoso y es importante sentirse como un niño como futuros profesores y jamás debemos olvidarnos de nuestro espíritu infantil y ese niño interno que hay dentro de nosotros, ya que debemos jugar y cantar con nuestros niños y nuestras niñas en el aula.
Un profesor o una profesora no deben tener miedo de hacer el ridículo, ya que “…a veces es importante asumir el riesgo de hacer el ridículo para conseguir algo increíble, maravilloso y milagroso…” (Luathas, p57. Oráculo de las hadas). Eso es verdad y yo lo comprobé, jamás me había atrevido a cantar a mis pequeños y pequeñas, pero esta semana me atreví, dejé mis miedos hacer el ridículo y fue maravilloso.
Antes de que mis niños y niñas de mi quinto B entraran a la clase, les escribí una canción en la pizarra, luego les dije que les enseñaría una canción y se las canté con gestos. Luego ellos, la cantaron conmigo en conjunto y quedaron maravillados con la letra y melodía de la canción que su tía Betza les enseñó. Lo más curioso fue que no tenía título la canción, a mí particularmente se me olvidó como se llamaba la canción; en sí esta trata de una semilla que se quiere convertir en una plantita verde y va creciendo y creciendo hasta que se convierte en flor. Entonces les invité a que ellos le colocaran un nombre, y ellos a su canción le llamaron “Quiero crecer”.
Lo más lindo de esta vivencia que ellos quedaron encantados y muy felices con su canción, fue la primera vez que les canté y jugué con ellos mediante una canción, no sólo ellos quedaron maravillados sino que también su tía Betza.
Felicitaciones...excelente!!!
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